Una mala noticia para Boca en la integración del Tribunal que decidirá sobre la Superfinal



El brasileño Meccia, que iba a votar a favor de la descalificación de River, fue dejado afuera de la votación.
Lo dejó en claro su presidente Daniel Angelici. Boca vino a Paraguay por todo. Y así lo reflejó en la presentación que hizo ante la Conmebol, en la que pidió que descalificaran a River de la Copa Libertadores y, en consecuencia, proclamaran al Xeneize como campeón. 

Sin embargo, el presidente del club de la ribera se encontró dos reveses en la sede de Luque. Uno se lo propinó el titular de la entidad sudamericana, Alejandro Domínguez, al afirmar públicamente que la final se jugará el 8 o 9 de diciembre en el exterior (siempre sujeto a la decisión de la Unidad Disciplinaria). "Fue una tomada de pelo", aseguró por lo bajo un integrante de la comitiva de Boca. 

Y el otro llegó momentos más tarde, cuando se conoció que de los cuatro integrantes de la Unidad Disciplinaria en condiciones de votar (el restante es Diego Pirota, que es argentino, por lo que queda exento), quedó afuera el brasileño Antonio Meccia. Y era el que, según pudo averiguar Clarín, tenía intenciones de votar a favor de Boca.
La decisión, entonces, estará a cargo del presidente del Tribunal, el paraguayo Eduardo Gross Brown, y del chileno Cristóbal Valdés y la venezolana Amarilis Belisario, los otros dos integrantes de órgano. 

Gross Brown forma parte del estudio jurídico que lleva su apellido y que fue fundado por su padre. Cuentan que es uno de los más prestigiosos en ese rubro aquí en Asunción. Y tiene amplia experiencia en operaciones bancarias y en instituciones. En tanto, Belisario es asesora legal de la federación venezolana. Y Valdés, que se unió al Tribunal en mayo de este año, es representante legal de la Universidad Católica de Chile. 

Los tres participaron del fallo de Gremio-River, rechazando el pedido del equipo de Porto Alegre, que había exigido que se descalificara a River dado que Marcelo Gallardo había infringido la sanción de ingresar al vestuario. Y también del castigo al DT de River. Además, Valdés también tuvo mucho protagonismo en las distintas resoluciones de la Unidad Disciplinaria sobre los varios casos legales que hubo en esta Copa Libertadores.
Meccia, por su parte, tenía encima la presión de la federación brasileña, que apoya a Boca. Los motivos hay que encontrarlos en una cuestión política que apunta al titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez. 

Es que a principios de 2016, varios clubes brasileños, entre otras instituciones de la región, se encolumnaron detrás de Angelici para formar la Liga Sudamericana de fútbol, un ente creado para generarle oposición a la Conmebol y tener una mejor representación a la hora de negociar en lo que respecta a aspectos económicos, especialmente en cuanto al pago por derechos televisivos por Copa Libertadores, a la forma de pagos y a los tiempos de estos pagos.

Los brasileños iban a la cabeza de los reclamos económicos ya que veían que se les abonaban mejores premios en la Copa de Brasil que lo que se pagaba en la Copa Libertadores. 

Era además un momento de transición y debilidad de la Conmebol, dado que el ex presidente Juan Angel Napout había quedado enredado (terminó en prisión) por el escándalo del FIFAgate. Entonces, surgió Alejandro Domínguez, quien se hizo cargo de la entidad sudamericana en enero de 2016, completó el período y fue reelecto hace unos meses por cuatro años más
La Liga Sudamericana amenazaba con producir un cambio en el fútbol sudamericano, pero se fue diluyendo y quedó stand by. ¿Habrá tenido que ver el enfrentamiento entre Boca y River en la puja del poder? Es que todos los clubes votaron a favor de Angelici para que fuera el presidente... menos River.

Eso fue en julio de 2016 y en aquel momento, desde Núñez afirmaron que no votaron por Angelici porque habían hecho un "pacto" para que ninguno de los dos, ni River ni Boca, tuviera la presidencia. Cualquier similitud con lo que está pasando en la final de la Copa Libertadores no es mera coincidencia. Otro "pacto" roto. 

El fallo se conocerá, dicen aquí en Luque, en la noche de este martes. Y todo indica que, aunque habrá una sanción económica a River, será favorable a que el partido se juegue el 8 o el 9 de diciembre, en territorio extranjero (tendrán que definir una sede y si es con público o no). Por extravagante que parezca, Doha y Miami son alternativas que se manejan para este partido que la violencia impidió que se jugara en Núñez.

Fuente del texto: Clarin

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